Jugar es una acción inherente al ser humano. A través del juego es como nuestro cerebro aprende de forma más eficaz. Crea metáforas que nos ayudan a desarrollar herramientas útiles para otras situaciones y nos mantiene con la atención centrada en el aquí y el ahora.

En la casa de estar organizamos tardes de juego agrupadas por edades en las que pasaremos un rato muy entretenido practicando recursos como el trabajo en equipo, el juego colaborativo, la tolerancia a la frustración y la atención plena.

El juego es una cosa de niños pero independientemente de nuestra edad, todos llevamos un niño dentro que en esta sociedad no tiene muchas oportunidades de jugar y alimentarse de esa energía de euforia y alegría. Hay juegos para todas la edades y todos los gustos. Y si el que te gusta no está, lo buscaremos.