Todo lo que hemos vivido,  lo que nos han enseñado y lo que posteriormente hemos contrastado con nuestra propia experiencia, forma un filtro único desde el que percibimos todo lo que nos rodea. Este filtro, al que llamamos mapa mental, es personal e intransferible y es el responsable (en gran parte) de que respondamos y reaccionemos tal y como lo hacemos.

Esto se pone de manifiesto de una manera evidente a través del club de lectura. Compartir las reflexiones sobre un mismo libro, nos permite ver cómo su efecto es múltiple en función de quién sea el receptor de ese mismo mensaje.

La intención del autor llega de maneras diferentes generando un mensaje distinto en cada lector. Y no sólo eso, sino que, incluso habiendo entendido lo mismo, la manera en la que interpretemos y las conclusiones que saquemos unos y otros difieren muchísimo en función de nuestro mapa mental.

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