Las actividades manuales suponen una gran oportunidad desde varios puntos de vista.

Por un lado, entrenan las habilidades de psicomotricidad fina mientras te diviertes. Pero sobre todo, requieren atención plena, por lo que favorecen que nos mantengamos en el presente sin recurrir a recuerdos que nos transmiten añoranza, o a los miedos o expectativas del futuro.

Pero, sin duda, lo más importante de esta práctica es que nos permite compartir en comunidad, disfrutando de un tiempo para nosotros y para encontrarnos mejor.

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